Siempre me han gustado los días de lluvia. Pero ya los empiezo a relacionar con muerte.
A finales de noviembre empezaron a parir las ovejas. Un día 10, al otro 20, pero no todos los corderos sobreviven. Es normal que algunos mueran, pero el porcentaje de muertos está siendo especialmente alto, por diversas causas que no me quiero entretener en contar aquí. No obstante, es un hecho que los días de lluvia mueren muchos más (Esto es ganadería extensiva en estado puro. Al aire libre los 365 días del año). El otro día recogimos 11 del campo, algunos todavía respiraban en el montón dentro de la carretilla. Julián para evitarles más sufrimiento a los moribundos les daba un golpe seco contra una pared. Yo miraba para otro lado. Muerte en el acto. ¿Cuántos se nos han muerto? ¿80, 100? Por ahí debe de andar. Los aproximadamente 250 supervivientes tampoco tendrán un porvenir halagüeño….en pocos meses serán sacrificados para satisfacer la gula de los humanos.
Con el tiempo te “acostumbras” algo. Recoger del suelo el cadáver de un cordero que apenas ha vivido un par de días ya no me impacta como el primer día, pero no deja de perturbarme. Mientras no pierda completamente la sensibilidad y la empatía hacia estos seres -cosa que no ocurrirá pues es un sentimiento que llevo muy arraigado dentro de mí- está claro que trabajar aquí no hace sino reafirmarme en el vegetarianismo. Y lo mismo le ocurriría a cualquiera que ame a los animales.
Hay algunos borregos débiles que han sido rechazados por sus madres y los estamos criando con biberón, bueno yo no….es que al final irán al matadero y no estoy preparado para crear un vínculo con ellos ¿cómo voy a cuidar y alimentar en mi casa a un ser inocente e indefenso para dentro de unos meses entregarlo a la muerte? ¿cómo romper ese lazo que se ha creado entre ambos sin sufrir? No gracias.
No se qué hacer. Quiero ayudar, pero al mismo tiempo quiero mantener la distancia, y así es difícil ayudar.
Es increíble la capacidad de adaptación del ser humano a situaciones adversas. Hace unos meses me dicen que me tengo que enfrentar a esta mierda y daría por hecho que me vendría completamente abajo. Y aquí estoy, resistiendo….
Un relámpago…puuf, cómo llueve esta noche, ¿qué me voy a encontrar mañana?
Y pienso…todas estas tristes muertes no ocurrirían si la gente dejara de consumir carne.
Buenas noches.